miércoles, 20 de febrero de 2013

Ceniza blanca


Cuando pasa el tiempo tan rápido, !que fácil es olvidar! y como nunca es tarde, estoy de vuelta hasta dentro de otros miles de años. 
Este tiempo lo he tenido muy ocupado con la mudanza al nuevo piso heroico, los trabajos, el refugio y el gran entorpecimiento de llevar un mes entero sin portátil, se me ha roto el teclado de la forma (al parecer) más idiota y común.
Como no tengo la verdad, nada especialmente interesante que contar, comenzaré calentando la entrada con la absurda historia del portátil. 

Era principio de Enero, hacía uno de estos terribles fríos húmedos tan característicos de la costa. 
Me enganché por no se cuantas veces ya, a la serie de Expediente X otra vez, ya que las dos últimas temporadas no las había visto ni tampoco el final de la serie, y como buena amante empedernida de David Duchovny desde que tenía 8 años... y por supuesto de la serie, quería saber si acababa con Scully, acompañada de un gran vaso de cacao con leche.



El cacao con leche en las noches frías con una serie en el cual te derrites por los huesos de uno de los protagonistas, es la mejor forma de acabar el día. Lo malo es cuando te emocionas, pegas botes en el sofá, gritas o más trágico aun, que se te caiga toda la leche encima del teclado del portátil...y eso fue lo que ocurrió. No tengo portátil a causa de mi emoción, adición y pasión por el cacao con leche y David Duchovny y no sé cuando volveré a tenerlo. Mi consuelo fue, terminar la serie entera y mi comentario acerca de ella es que lo que no gastaron en las dos últimas temporada, las cuales desvariaron lo más grande, se lo gastaron todo y más, en el último episodio que estaba más trabajada que las propias películas.


Tras la ridícula historia del portátil...otro de mis quitatiempos es el comienzo de las prácticas en el hospital como técnico especialista en Radiodiagnóstico (ya llevo un mes y medio 。◕‿◕。) y estoy disfrutando muchísimo desde el primer día. 
Es cierto de que hay que tener cuerpo y sangre para ciertas situaciones, es muy muy cierto, algunos casos me hicieron salirme de la sala para llorar (aunque también soy terriblemente sensible con los niños) y tratar pacientes de la UCI no es moco de pavo, pero una vez lo vives un par de veces, aunque siempre sea algo como "especial" , terminas endureciéndote sabiendo que lo haces para ayudarle, es muy bonito pero también amargo, así que lo haces con más ganas de ayudarle.
Ya he tenido la oportunidad de practicar en Medicina Nuclear, el cual me encanta pero lo considero jodidamente difícil, trasladándome a otro hospital con un horario muy complicado ya que en mi provincia este servicio lo tiene solo dos hospitales, ha sido agotador pero es mucho más tranquilo que las urgencias en rayos así que también ha servido para descansar.


Foto que demuestra que sigo viva y cansada

Y con esto me despido, mi ausencia siempre está justificada aunque pasen mil años sin escribir